28 septiembre 2014

Audacia…






 Impulso
Necesito mi propio aliento…
Hoy, visto con mi túnica de los domingos.
No soy juez, ni jurado, ni busco recompensa
Solo curo mis pies ajados por zapatos de números ajenos.
No siempre pisar otras huellas
Libera a los afectados de aspavientos.
A veces la breña se come el sembrado.
No me rendiré al tiempo…

Seré atalaya, luz vigilante
disipando pétreas calzadas
que dirigen al desierto…  oasis perecedero
Hoy, vestida con mi túnica blanca
no me amilanan los cánticos
de siluetas desvalidas por su propio tormento.
Sólo  aquellos que nacieron de mis adentros...

Eligiéndome en silente parto eterno.



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